DIA 1º.- Partimos de la casa de Eduardo rumbo a la aventura en la búsqueda del depredador de agua dulce más grande, fuerte y potente de las aguas de nuestra península: el siluro, ese bigotudo tan apreciado por algunos y tan odiado por otros (incomprensible).
Con toda nuestra ilusión vamos contando uno a uno los kilometros que nos quedan para llegar a nuestro destino: el pueblo de Mequinenza. Tras una parada para reponer fuerzas, gasoil y estirar un poco las piernas, hacemos el último tramo que, por fin, nos lleva al lugar tan ansiado por nosotros.
Una vez en el pueblo nos ponemos en contacto con María José, una chica muy maja que nos da la llave del apartamento que nos corresponde. Una vez allí disponemos a descargar todo nuestro equipaje. La verdad que el sitio es bastante acogedor con unas vistas muy buenas.
Después de una fabadita Litoral nos disponemos a conciliar el sueño para descansar de tan largo viaje y, sin apenas haber dormido nada, nos disponemos a entrar en acción. Nos dirigimos a la tienda de David Espax (CGP Mequinenza creo que se llama), donde nos da las últimas instrucciones acerca de zonas para el día siguiente pescarlas con la barca, así como de montajes, expedición de los permisos correspondientes… Nos comenta que un amigo suyo esta en el paseo pescando con pellets, así que sin dudarlo nos dirigimos hacia allí. Esto es lo que nos encontramos:
Un paraje lo más parecido a un paseo marítimo con sus cañeros puesto en el bordillo y muy bien acondicionado para su pesca. Rápidamente nos presentamos al que va a ser nuestro cicerone allí: Juan (si es que lo bueno abunda). Vamos a por nuestros equipos, nos enseña cómo hacer el montaje y con su flamante Nitro pone nuestros aparejos fuera de la órbita de cualquier cañista. Ahora toca lo más duro, la ardua espera.
Tras unas horas de espera, una picada en la caña de nuestro amigo Juan nos pone en alerta, le avisamos y, muy amable por su parte nos deja sacar (el afortunado fue Eduardo Cascajares) el que sería a la postre nuestro primer bigotudo.
Un «juguete» de unos 15 kilos que nos alegro la jornada y nos espoleó más si cabe a afrontar el fin de semana que se nos presentaba por delante. Más entrada la noche (por ley se puede pescar hasta las 12 de la noche) se produce otra picada esta vez en la caña de unos amigos de Juan venidos de Murcia (Paco y Pedro creo que se llamaban). Se trata de un buen ejemplar que parte el bajo cebado con pellets de halibut. Durante esa misma noche un guía inglés saca con su cliente un magnífico ejemplar de unos 60 kilos.
Después de pasar una noche agradable entre charlas y anécdotas pero parca en picadas, dan las 12 de la noche, la hora límite y ponemos fin a la primera jornada en busca del coloso de más de 2 metros. Recogemos los bártulos para diriginros a refrescarnos con una ducha y una cena ligera para afrontar con más fuerza la 2ª jornada de nuestro viaje.
DIA 2.-Son las 5 a.m., no dejamos ni que suene la alarma, tanta es la adrenalina que llevamos en el cuerpo que nos levantamos antes del horario previsto. Nos disponemos a preparar todos los señuelos para intentar capturar un «2 metros» a spinning.
A eso de las 6:30 a.m. estamos en el embarcadero con todo montado en nuestra «fueraborda» ya con el motor eléctrico montado nos dirigimos a los «hot spots» que el día antes nos había indicado David Espax. Empezamos a escudriñar, zonas con vegetación, zonas someras, pilares de puente, carreteras hundidas,…..pero todo con el mismo resultado: ni rastro de «babas», sólo unos cuantos carpones se dejan ver en las zonas más someras del embalse.
Algo desanimados a las 12 a.m. salimos del agua, y ya en la orilla nos enteramos que acaban de soltar un buen siluro de 81 kilos y 2,36 metros de largo, lo que nos sube la moral . Montamos los aparejos para pescar de nuevo con pellets y Eduardo se dispone con la misma barca que hemos alquilado a llevar los cebos a los lugares que creemos en los que se encuentran nuestros amigos bigotudos. Otra vez comienza la tan larga y dura espera.
Nada más empezar la jornada orillera una tormenta comienza a descargar agua encima de nosotros, menos mal que los rayos y los truenos estaban bastante lejos. Llega la hora de comer y decidimos que uno de nosotros vaya a la casa a preparar algo de comida y volver al pesquil con el fin de comer allí y alargar la jornada hasta la noche. Eduardo es el encargado de preparar unos suculentos filetes de secreto iberico y de cinta de lomo, vaya donde vaya el E.F.T. el buen comer nunca falta.
Tras bastantes horas sin picada alguna y con el ambiente más fresco tras la tormenta caída entramos ya en horas nocturnas. Momentos antes habíamos decidido prospectar dónde se encontraba el cauce del río, ya que es ahí por donde suben los siluros a comer, así que preparamos una improvisada sonda con una piedra atada a unos 4 metros de trenzado (nos habían informado que en el cauce no había más de 3,5 metros). Una vez encontrado el punto donde echaríamos por última vez nuestros anzuelos cebados con unos suculentos pellets de pescado, lo marcamos con una botella de plástico que tomamos como referencia para depositar a esa altura nuestros aparejos.
Tras varios sustos al sonar nuestros cascabeles por el toque de carpas y siluros de nuestras lineas con sus cuerpos y colas, algo nos hacia presagiar que podía ser nuestra noche. Ya a partir de las 22:30 p.m. un guía cercano nos comenta que esa hora va a ser la clave para empezar a tener picadas, y no va desencaminado puesto que poco después uno de sus clientes saca un pequeño pero precioso siluro de un par de kilos que devuelven inmediatamente al agua.
Minutos después vemos una impresionante picada en una de sus cañas, donde acudimos para presenciar la lucha. Justo al llegar al lugar donde estaban (a unos 100 metros de nosotros), comentamos «lo mismo tenemos que volver haciendo los 100 metros lisos» y el destino quiso jugar a nuestro favor pues justo después de pronunciar dicha frase una de nuestras cañas se dobla violentamente haciendo sonar el cascabel. Salimos corriendo, llegando Eduardo primero por su mayor velocidad punta jejeje, pero es mi turno y ahora me toca a mi pasar a la acción. Comienza la lucha que dura unos 20 minutos y después de varios tira y afloja (impresionantes las carreras que pegan estos bichos) conseguimos orillar a nuestro 2º siluro del fin de semana.
Eduardo se mete en el agua para agarrarlo de las mandibulas y subirlo a una plataforma cercana. Acto seguido tenemos que recoger nuestras cañas deprisa y corriendo ya que antes y durante la lucha teníamos una tormenta encima que empezo a descargar con fuerza no sólo agua sino también rayos y truenos que nos hicieron volver a la casa 20 minutos antes del toque de queda. Esa noche, llegamos empapados, llenos de babas, pringosos,…pero satisfechos por el trabajo bien hecho. Una duchita, cenita ligera y a la cama.
DIA 3.-El último día optamos por descansar ya que el día anterior habíamos tenido una jornada de 17 horas seguidas de pesca y nos esperaba un largo camino de vuelta, así que al mediodía emprendemos el viaje de vuelta a Madrid ansiosos por contar las batallitas acontecidas durantes ese fin de semana.
Solo quería dar las gracias a Juan, Pedro, Paco y David por las enseñanzas prestadas pero en especial a mi compañero de pesca Eduardo por pasar, una vez más, un buen fin de semana y que sin él todo esto no hubiera sido posible MUCHAS GRACIAS COMPAÑERO. No se cuándo volveremos pero cuando lo hagamos lo haremos en vistas de buscar al mas digno adversario de nuestro agua dulce: un coloso de mas de 2 metros, y espero compañeros/as que podáis ser participes de ello.
Simms Fishing, ofrece este curioso video. Pesca del black-bass a mosca en aguas de Lake Powell, en el desierto de Utah, Arizona. Aunque no se trata del destino de pesca a mosca mas reconocido, la calidad de pesca de basses largemouth (boca grande) y smallmouth (boca pequeña) convierte esta masa de agua en un lugra especial para el pescador…
Si capturas un gran lucio (u otra especie) con el Lucky Craft Magma, no dudes en remitirnos la foto a la dirección de correo electrónico: depredators@gmail.com, ¡la publicaremos!.
En el siguiente VIDEO puedes observar algunas de las novedades mas flamantes que Lucky Craft presenta para la nueva temporada 2010, pertenecientes a la serie EPG. Entre estos novedosos artifiales destacan el Pointer 170, Pointer 180, Pointer 200 y Flashminnow Magma 190.
Pescar grandes peces desde kajak está reservado para los mas atrevidos amantes de la pesca extrema y las emociones fuertes. tratar de capturar un gran tiburón desde kajak requiere algo mas que una dosis de valentía…
La competición Predator Tour 2010 se celebrará en Irlanda durante el mes de Mayo. El evento, que sigue la filosofía del ‘Captura y Suelta’ se disputará en aguas de Lough Derg, donde los grandes lucios son la norma, no la excepción. Tienes toda la información en Depredators:
Comentarios recientes